MUY IMPORTANTE

Si algún término o párrafo de los reglamentos vigentes, pudiese dar origen a cualquier tipo de dudas, se solicita que el participante se abstenga de interpretarlo según su propio y personal criterio y se lo comunique a la C.D. de APAMACO, ÚNICAMENTE a través de mensaje privado, para su correspondiente aclaración.

Muchas gracias

martes, 11 de julio de 2017

GUILLERMO I DE APAMACO

En algunos países todavía rige como sistema de gobierno la monarquía, en forma más simbólica que efectiva. A lo largo de la historia nos encontramos con muchas regiones en la antigüedad y países hasta la actualidad que tuvieron y tienen un rey llamado Guillermo (William o Wilheim, según el caso, en su idioma original). A esta altura, deben creer que estamos locos, no tanto, es que se coronó Guillermo Colombo por primera vez en una competencia organizada por APAMACO. Todavía Liniers no es un país ni se convirtió en monarquía, que quede claro.
¿Cómo pudo empezar la jornada? Como era obvio, amenazando lluvia, lo mismo que pasó en cada fecha de esta temporada. Esta vez, el mal tiempo se dio desde el miércoles y recién la lluvia paró a una hora del inicio de la competencia ¿hubo merma de pilotos por esta causa? Error, veintiséis participantes estuvieron firmes y sin prometerles regalo alguno, nada, por los puntos y los trofeos, como siempre. Bueno, seamos sinceros, los más veteranos como el campeón Carlos “Blandengue” Garcia y Luis “Tiernito” Rocha se quedaron en casita, abrigaditos, al  lado de la estufita porque son… son… ya sabemos lo que son… DOS JOVATOS!!!! Lástima que mandaron a Mossato, el más carcomido por el paso el tiempo. La felicidad no pudo ser completa.
Esta vez, el circuito diseñado fue corto y un tanto más trabado que de costumbre, donde no hubo largas rectas. Se asemejaba a Estancia Chica (La Plata) o el Juan Manuel Fangio de Rosario, y por esa razón, fueron cuatro las vueltas recorridas. Contra lo que se creía, hubo bastantes despistes, lo que hizo el desarrollo fuera cambiante y con pilotos peleando los lugares del podio que habitualmente no lo hacen.
La Verificación Técnica pasó sin sobresaltos, los retoques reglamentarios fueron muy bien recibidos y en un clima de cordial camaradería comenzó la clasificación. Cuando la misma expiró, la pole quedó en poder de Guillermo Colombo, que fue el más rápido a pesar de lo  que trasmitía su cara, seguido por Carlos Niciforo y Alejandro Desco, ocupantes de la primera fila. La segunda la conformaron los Pimpinella, “Neurus” Mossato y “Cebollita” Weiner, y Omar Garayalde. Se mantenían expectantes, prestos para dar el salto a la punta. Todavía estamos buscando a los que le pusieron ese apodo al pobre Weiner ¿se puede ser tan…?
En cuanto el largador alzó la bandera, todos contuvieron la respiración y, cuando el reloj marcó las 10, cayó el estandarte y empezaron a “rugir” las cucharas rozando el pavimento. El retraso de Niciforo al principio, donde quedó en mala posición, posibilitó que Guillermo tomara una apreciable ventaja. Dani Suazo, Ale Weiner, Raúl Campero y sorprendiendo a todos, Rubén Mesuraco se dedicaron a perseguir al puntero, al cual le dieron alcance al entrar a la recta de largada. Se conformó un pelotón que fue palo y palo durante casi el resto de la competencia.
Las posiciones cambiaban y nadie tenía la certeza de quien iba a quedarse con el trofeo mayor. La segunda vuelta vio lo mejor de Rubén, punteando en casi todo su desarrollo, con “Cebollita” y Raúl pegado a sus escapes. Guille venía un poco retrasado, soportando el asedio de “Uber” Cassanello, Chugo Toaldo y “Gaita” González. El principal escollo a superar era no salirse de la traza porque hacía perder muchos lugares. Desde el fondo, Ariel Sánchez recuperaba a ritmo acelerado y José De Luca se sumaba al lote perseguidor sin hacer mucho ruido.
La tercera vuelta sirvió para definir posiciones. Por la punta, Guille, “Cebollita”, Raúl y Rubén, en el grupo siguiente, “Uber”, Ariel, Chugo, el “Tano” Marcolli y el “Gaita”. Cayéndose en el clasificador “Neurus”, Omar Garayalde, “Pucho” Lauria y Dani Suazo. Adrian Garcia iba y venía de Avenida Asamblea, con el GPS destrozado, tanto que “Pepe LePew” Chervet lo superó largando vuelta y media más tarde. Los Juniors en su carrera, sin poder mezclarse adelante. El circuito chico ayudó mucho a la incertidumbre.
Al encarar el giro final, el orden era Raúl, Guille, Rubén y “Cebollita”. No había carrera definida pero empezaban a jugar los nervios. El primero en sufrirlos fue “Cebollita” con algunos tiros erráticos que lo relegaron. Rubén se aseguró un escalón en el podio y cuidó la posición hasta el final y Raúl no pudo definir cuando tuvo la oportunidad. Las circunstancias abrieron la puerta para el primer triunfo del velezano que no dudó y a poco del final, atrapó la punta y no la soltó más. Raúl Campero lo escoltó y para alegría de todo APAMACO, Rubén Mesuraco se subió al escalón más bajo del podio. “Uber” Cassanello realizó una meritoria labor coronándola con el cuarto lugar, Ariel Sánchez en impecable labor llegó quinto largando muy atrás y José DeLuca sexto. Los diez primeros lugares lo ocuparon Chugo Toaldo, “Cebollita”, el “Tano” y el “Gaita”.
En la Juniors, hubo tres participantes que se sacaron chispas del primero al último tiro. Pelearon rueda a rueda, con lealtad pero sin aflojar nada y al caer la bandera, Pedrito Velazco se llevó el premio mayor. En electrizante final, Astor Garayalde le quitó el lugar de escolta a Demian Mesuraco sobre la meta. Los pibes son un ejemplo, pelean por lo suyo y comparten la jornada, divirtiéndose sin problemas. Algo se estará haciendo bien porque en los mayores está pasando lo mismo. Se demuestra que se entiende el espíritu del hobby, que es que prime el juego sobre la competencia.
En un mes, salen a la pista los nuevos GTI de Hot Fingers con el campeonato ardiendo. La magra cosecha de Mossato permitió que Colombo quede a cuatro puntos en la tabla anual. Chapo y el “Gaita” esperan algo más lejos que se caigan los punteros. Los Juniors vienen cabeza a cabeza ¡qué lindo se está poniendo esto! Para haber dejado de existir hace un par de años es demasiado.

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